sábado, 6 de septiembre de 2008

continuación (1)

Empecé a comprender que estos testigos de Jehová no se comportaban como una secta "peligrosa". También llegué a pensar que sus continuas alusiones a citas bíblicas eran más flexibles de lo que yo creía, no tan literales. ¡ERROR!
Un buen día, encontré una página en internet sobre como contradecirles en sus dogmas, precisamente a través de otras citas que los ponían en entredicho.
Por ejemplo: si Jesús no murió en una cruz, si no en una estaca con un clavo que le atravesaba las manos, pregunto: ¿ Por qué le dijo a Santo Tomás que mirara las marcas de loS clavoS en sus manos, para que se convenciera de que era Él, resucitado? ( la cita la he perdido, ya que no soy Testigo). ¿De donde salen tantos clavoS?. Y así otras muchas argumentaciones que para ellos son muy importantes, pero que para mí son nimiedades.
Hay que reconocer que esto lo hice por observar su reacción -deformación profesional, soy psicóloga-. Pero ellos SE QUEDABAN EN BLANCO y prometían traer un libro que lo aclarara. ("Un clavo, dos clavos, tres clavos" ¿Quizá?...
(CONTINUARÁ)

3 comentarios:

Cromagnon dijo...

Hola Amelia, gracias por visitar mi blog, vine a ver el tuyo.
He leído tus experiencias (aventuras) con los testigos de Jehová, me parecieron muy divertidas, sobre todo la ultima, jajaja, yo conozco a algunos, pero nunca hablamos mucho de su religión, a mi me daría algo de pena refutarles sus dogmas, pero es genial imaginar que cara pondrían. Esta re bueno el blog, pronto me daré otra vuelta.

Saludos.

Amelia dijo...

Gracias, Peter. Yo seguiré leyendo tus relatos cando tenga tiempo. Pareces una persona muy sensible y observadora. Por cierto, ¿Cuántos años tienes? Es que escribes muy bien.

Anónimo dijo...

¡Calma, calma, muchachos!

(es broma)